viernes, 11 de diciembre de 2009

ENSEÑANOS A ORAR


Hace unos días meditando en la

pregunta que le hicieron los

discípulos a Jesús “ENSEÑANOS

A ORAR” nos hizo preguntarnos

¿Por qué le pedieron a Jesús los

discípulos a Jesús que les enseñara

a orar? Hay varias respuestas pero

las que más atrajeron nuestra

atención es :

1. Ellos habían VISTO que para Jesús la oración era importante
2. Ellos habían VISTO a Jesús ORAR diariamente
3. Ellos habían VISTO que Jesús les enseñaba a los demás que deberían
orar.

El punto que atrajo nuestra atención es que a parte que la oración es algo
vital en nuestras vidas es que ellos querían que Jesús les enseñara a orar
efectivamente porque ellos veían a Jesús hacerlo. Ahora la pregunta es
¿Alguna vez tus hijos te han dicho Papi o Mami enséñame a Orar como tu oras?
¿Enséñame a estudiar la Biblia como tú la estudias? ¿Enséñame a bendecir
a otros como tú lo haces? El asunto es que nosotros queremos que nuestros
hijos deseen hacer lo que ven que nosotros hacemos. Y ahí esta lo
impactante de nuestro ejemplo si ellos nos ven que oramos pero no solo para
dar gracias por los alimentos o en alguna ocasión especial o con alguien
invitado a cenar. Si ellos ven que nos levantamos temprano a orar por que
es una prioridad o que cuando hay una situación difícil o enfermedad ven que
nosotros recurrimos a Orar. Ellos querrán que nosotros les enseñemos.
Nosotros somos líderes de nuestra casa y como aprendimos hace mucho tiempo.
“el Líder conoce el Camino, Camina el Camino y Enseña el Camino” no
podemos invertir el orden y querer Enseñar a nuestros hijos algo que
nosotros no hacemos.

En esta época de tanto conocimiento es fácil llenarnos de mucho
conocimiento y aun parecer expertos pero sino lo estoy viviendo como lo
puedo enseñar. Ayer escuchaba a un conferencista decir “EL QUE SABE PERO
NO LO HACE REALMENTE NO LO SABE” . Debemos discipular a nuestros hijos
con nuestro ejemplo muchas veces ellos no responden como esperamos porque no
nos respalda nuestra vida.

Aprendíamos hace poco también que en la medida que yo mas Discipule a mis
hijos menos Disciplina necesitaran. Y nuestro mejor ejemplo es Jesús
entrenando a los Discípulos para lanzarlos solos. Igualmente nosotros todo
el tiempo estamos enseñando a nuestros hijos ya sea positivamente o
negativamente, pero todo el tiempo estamos enseñando. Nosotros nos hicimos
esta pregunta que cosas quiero que mis hijos me pidan que les enseñe por que
me vieron hacerlas. Ahora preguntemos que clase de Hombres y Mujeres
estamos formando?, Que clase de Matrimonios estamos enseñando con lo forma
de tratarnos como esposos? Que clase de Padres y Madres estamos formando en
la forma como tratamos a nuestros hijos?

Modelamos más con nuestro ejemplo que con lo que decimos. Formemos una
generación de Hacedores y no solo oidores.

Como dice Danny Berrios en un canto: “ Señor quiero ser como tú porque él(su
hijo) quiere ser como yo.


UNA PALABRA DE DIOS

Escuchando un programa de hoy en la mañana (Radio Ilumina Fm 98.1 o por
internet www.ilumina.fm a las 6:00am y repiticion 7:00am) estan leyendo el
libro QUE HACER EN EL PEOR DIA DE SU VIDA leyeron algo que me impacto y lo
quiero compartir con todos yo se que hay muchos que les confirmara lo que
estaban esperando

Una palabra de Dios

Cuando usted está en problemas, lo que más necesita es fe. Verdaderamente es
así de simple. La fe es la victoria que vence. Pero, ¿de dónde viene? La
Biblia nos dice que “la fe viene por el oír, y el oír por la palabra de
Dios”. Observe con cuidado lo que dice la Biblia. La Biblia no dice
simplemente que la fe viene por el oír; dice que “la fe viene del oír, y el
oír” (LBLA). El oír y el oír; hay una repetición; una reiteración al
respecto. Si usted va a desarrollar una fe vencedora no puede sólo oír la
Palabra. Necesita oír la Palabra una y otra vez. Tiene que seguir oyendo y
oyendo la Palabra hasta que renueve su mente, destruya toda duda, y
desarrolle fe en su corazón.

Para comprender cómo viene la fe a una persona, especialmente en tiempos de
una gran crisis, es útil comprender cómo se usa en el Antiguo Testamento la
palabra palabra. Cuando el Nuevo Testamento dice que la fe viene por el oír,
y el oír por la palabra de Dios, usa una palabra griega especial para
“palabra”: jréma (rema). Jréma (rema) es diferente de otra palabra griega
usada para “palabra”: logos. La diferencia entre estas dos palabras puede
ser sutil, pero no obstante es muy significativa. Logos es principalmente la
palabra como una idea, un concepto, una razón, una lógica y está muy
relacionada con lo que es eterno. Se usa especialmente para referirse a la
palabra escrita. Logos aparece en el Nuevo Testamento Griego 330 veces, y
así usted podría pensar que es una palabra común. Jréma (rema), por otro
lado, significa una palabra hablada, viviente. Es más específica y más
particular en tiempo y lugar. Es la palabra para usted en el momento.

Pero cuando busque a Dios para que le dé una palabra, sea paciente. No forme
una palabra en su mente, busque a Dios hasta saber que Él le ha hablado a su
espíritu. Eso puede llevar algún tiempo. Usted no puede conseguir una
palabra de Dios en cinco minutos. Pero sabrá cuando Dios le habla. Suelo
describirlo como un estruendo en su espíritu. Como pastor he visto a muchas
personas meterse en problemas porque pensaron que habían oído una palabra de
Dios, cuando todo lo que tenían era un pensamiento, una mera impresión en su
mente (probablemente basada en su propio deseo).

Dios no le habla a su mente; Dios le habla a su espíritu. Dios no es “una
mente cósmica”; Él es un Espíritu. Cuando hablo de recibir una palabra de
Dios, no estoy hablando de una vaga impresión. Hablo de una palabra
específica. No es algo que usted reciba todos los días. Si va a discernir la
diferencia entre los pensamientos de su mente y las palabras de Dios, tiene
que conocer la diferencia entre su alma (el ámbito de la mente, la voluntad
y las emociones) y su espíritu (la parte que Dios sopló y regeneró por su
Espíritu Santo). La manera en que aprende esta distinción es pasando tiempo
constantemente con la Palabra de Dios. El alma y el espíritu están
íntimamente relacionados, hasta entrelazados, y no siempre es fácil decir la
diferencia entre los dos. Pero la Palabra de Dios es como un escalpelo de
cirujano en las manos del Espíritu Santo, que puede separar a los dos. La
Palabra de Dios es “viva y eficaz, y más cortante que espada de dos filos”.
Divide el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos y discierne los
pensamientos y las intenciones de nuestro corazón.

En su peor día, es fácil que su mente se desenfrene y que miles de
pensamientos diferentes colisionen en ella. Esto no es la palabra del Señor.
La palabra jréma de Dios en su momento kairós es algo que habla el Espíritu
de Dios en lo recóndito de su espíritu. En mis peores días, siempre ha sido
una palabra específica de Dios la que me ha liberado.

Dios tiene un plan para usted, y Dios tiene una palabra para usted. Cuando
está desanimado y listo para renunciar, Dios tiene una palabra para usted.
Cuando está desalentado y a punto de entrar en pánico, Dios tiene una
palabra para usted. Cuando su mundo se cae y no sabe qué hacer, Dios tiene
una palabra para usted. Cuando afronta el peor día de su vida y no sabe
adónde ir, Dios tiene una palabra para usted. Vaya a solas con Dios. Espere
en su presencia. Escuche su calmo, suave murmullo. En el momento cairos,
Dios le dará una palabra jréma (rema).Y es entonces cuando suceden los
milagros.

—Extracto tomado del libro Qué hacer en el peor día de su vida de Brian
Zahnd.

Cuando la fe sencilla se erosiona

La última noche fue maravillosa. Fue más que eso; fue memorable. Tenía todos
los ingredientes de algo que no se repetirá. Amigos de mucho tiempo.
Recuerdos nostálgicos. Risas y unas pocas lágrimas. Palabras de gratitud.
Expresiones auténticas de alabanza a Dios. Gloriosa música. Expresiones bien
elegidas de corazones sinceros. Selectos comentarios impresos. Mi esposa y
yo disfrutamos de una deliciosa velada en nuestra iglesia donde la
congregación se reunió para decirnos: “Gracias por veinte años de ministerio
entre nosotros”. Era difícil creer que habían pasado veinte años.
Nunca olvidaré esos rostros. Cada uno de ellos reflejaba absoluta
honestidad, respeto genuino y también una fe simple, pero sobre todo una
profunda confianza que se fue edificando en los últimos veinte años. Esa
noche no dormí mucho. Aquellos rostros seguían delante de mí, rostros que
parecían que sonreían y me decían: “Confiamos en usted. Creemos en usted”.
A menos que yo entendiera mal, los mismos rostros también decían:
“Manténgase sincero, siga dándonos razones para confiar, respetar y creer en
usted; siga creciendo, pero a medida que pasen los años, no se desvíe. Así
como ha hecho con nosotros en el pasado, deje en nuestros hijos el recuerdo
de un ministerio en que ellos puedan confiar. Manténgase fuerte. Siga puro.
No haga nada fraguado. No oculte pecados que algún día se volverán en
escándalo. Es una cosa tremenda eso de que tengan confianza en uno.

Entendamos, no se trata de cosas notorias y grandes, sino de cosas pequeñas,
secretas. Es como la erosión que nunca es evidente, ni rápida, ni anunciada.
“Aún muy lentamente una vida de fe sencilla puede llegar a erosionarse antes
de que cualquiera se dé cuenta de lo que pasa”. Cuando el doctor Will
Houghton era aún presidente del Instituto Bíblico Moody, estaba hablando a
un colmado auditorio. En el curso del mensaje, habló de una experiencia que
había tenido unos años antes con su predecesor, el doctor James M. Gray.
Ambos habían estado juntos en unas conferencias y en un momento hicieron una
pausa para orar. Para su sorpresa, oyó a su tranquilo y respetado colega en
esta simple oración: “Oh Dios, no permitas que sea un viejo perverso”.
He pensado mucho en todo esto por varios años. Creo que la pregunta crucial
es ésta: ¿Por qué permitirá alguien que esto pase?. Nadie en su sano juicio
se levanta por la mañana, se sienta a un lado de la cama y piensa: “Veamos,
¿cómo puedo estropear mi vida hoy? ¿Cómo puedo quebrar la confianza de todos
los que me respetan y creen en mí?”. Por supuesto que no. Lo que ocurre es
algo mucho más sutil. Quizás se origina con pensamientos extraños: “¿Quién
puede saberlo?”. “Estoy absolutamente seguro”. “Hasta aquí es donde he
llegado”. “Ni siquiera a Dios le importan esas cosas tan chicas. Está
demasiado ocupado con cosas más grandes; apenas si le importa...” ¡Tremendo
error! Leamos y razonemos lo siguiente:

• Desde los cielos miró Jehová; vio a todos los hijos de los hombres; desde
el lugar de su morada miró sobre todos los moradores de la tierra, él formó
el corazón de todos ellos; atento está a todas sus obras (Salmo 33:13-15).
• Oh, Jehová, tú me has examinado y conocido. Tú has conocido mi sentarme y
mi levantarme; has entendido desde lejos mis pensamientos. Has escudriñado
mi andar y mi reposo, y todos mis caminos te son conocidos (Salmo 139:1-3).

Una fe firme en la omnisciencia de Dios –que Él lo sabe todo siempre- tendrá
un gran efecto en contener nuestra tendencia a racionalizar o pensar que
podemos actuar en secreto. Dios lo ve todo porque él se cuida de cada
detalle de nuestra existencia. La vida de fe sencilla se vive abiertamente
delante de Dios y asume responsabilidad ante los demás.
He dedicado mucho pensamiento a estas cosas, no sólo porque he tratado de
figurarme por qué algunos que alguna vez caminaron en “sencillez y pureza”
ya no lo hacen, sino también porque me he dado cuenta de que soy vulnerable
a esa misma tentación de desviarme.
Sé que algunos están pensando: “¡Nunca voy a llegar a ser ese viejo
perverso! He tenido bastantes advertencias. ¡Estoy seguro!” . Especialmente
para los que así piensan quiero contarles la siguiente historia:

Robert Robinson nació en Inglaterra. Cuando era niño su padre murió y su
madre viuda lo mandó a Londres a aprender un oficio. Allí llegó a estar bajo
la persuasiva influencia de un poderoso hombre de Dios, el gran predicador
Jorge Whitefield. Robinson se convirtió y sintió el llamado al ministerio;
de inmediato empezó a estudiar para servir a Cristo toda la vida.
A los veinticinco años fue llamado como pastor de una iglesia en Cambridge,
donde llegó a tener éxito. Pero la popularidad fue más de lo que el joven
ministro pudo manejar. Le llevó al comienzo a un descenso en su vida de fe
sencilla. Finalmente cayó en la carnalidad. Al pasar los años, desapareció
de la escena y pocos se acordaban de sus primeros tiempos de devoción a
Cristo. Años más tarde, estaba viajando en un tren y le tocó sentarse junto
a una mujer que leía un libro con evidente placer. En un momento dado la
mujer le preguntó qué opinaba del hermoso himno que a ella le había
impactado. Robinson miró las primeras líneas del himno y no leyó más.
Volviendo la cabeza, trató de distraer la atención de la dama hacia el
paisaje. Pero ella insistió diciendo de la admiración que tenía hacia ese
himno. Dominado por la emoción, Robinson estalló en lágrimas y dijo:
“Señora, yo soy el pobre y desdichado autor de ese himno y daría mil mundos,
si los tuviera, para disfrutar de los sentimientos que tenía cuando lo
escribí”.
Robert Robinson murió poco después a la prematura edad de cincuenta y cinco
años. Había dejado al Dios que amó una vez y se había transformado en un
viejo perverso.

[image: Cuando la fe sencilla se erosiona]

No se trata de cosas notorias y grandes, sino de cosas pequeñas,
secretas

[image: Cuando la fe sencilla se erosiona]

Este artículo ha sido tomado del libro:

*Una Fe Sencilla*
por Charles R. Swindoll


UN VIAJE LARGO

Todos vamos a hacia una meta final , para vivir una eternidad con Dios ,
pero depende de cómo hagamos este viaje donde pasaremos la eternidad, y
como hemos visto con los artículos anteriores todos tenemos un Propósito,
Sabes cuál es el tuyo? Y si lo sabes lo estas cumpliendo? Muchas veces
las situaciones , las dificultades y muchos distractores nos desenfocan de
la META principal , por eso les dejamos este video de la canción UN VIAJE
LARGO de Marcela Gandara y la letra para que mediten y les bendiga. A
nosotros nos ha tocado mucho esta canción por lo que Dios esta haciendo en
nuestra familia esperamos que sea de bendición para ustedes.*

* *

*ESTE ES EL LINK DEL VIDEO *

http://www.youtube.com/watch?v=2yhxfX4HFJ0**

* *

*Ha sido largo el viaje pero al fin llegué.**
La luz llegó a mis ojos aunque lo dudé.
Fueron muchos valles de inseguridad los que crucé.
Fueron muchos días de tanto dudar, pero al fin llegué, llegué a entender.

CORO.
Que para esta hora he llegado, para este tiempo nací, en sus propósitos
eternos yo me vi.
Para esta hora he llegado, aunque me ha costado creer, entre sus planes para
hoy me encontré.

Y nunca imaginé que dentro de su amor.
Y dentro de sus planes me encontrara yo.
Fueron muchas veces que la timidez, me lo impidió.
Fueron muchos días de tanto dudar, pero al fin llegué, y ya te amé.

CORO

Ha sido largo el viaje pero al fin llegué...*

USTED FUE CREADO PARA SER UNA RESPUESTA

El gran director técnico del baloncesto John Wooden dijo: “No puede
vivir un día perfecto sin hacer un favor a alguien que nunca pueda
devolvérselo”.

Creo que un poderoso pasaje bíblico que examine la bendición de Dios
en su vida es Proverbios 3.27, el cual dice así: “No te niegues a
hacer el bien a quien es debido, cuando tuvieres poder para hacerlo”.

El gozo que se da es gozo duplicado. Usted fue creado para ser una
parte de la solución. “Soy sólo uno, pero no obstante soy uno. No
puedo hacerlo todo, sin embargo puedo hacer algo. No rehusaré a hacer
algo que esté a mi alcance”, dijo Helen Keller.

Sea una respuesta. Póngase en el camino si conoce a alguien que va
cuesta abajo por ese camino. Entre en la vida de alguien que pueda
ayudar cuando los otros lo han abandonado.

No hay tareas, ni personas, ni actos de amabilidad insignificantes. Si
en su corazón no existe la amabilidad, tiene el peor problema de
corazón.

Su contribución está determinada por las respuestas que da a los
problemas que enfrenta. Según Mike Mordock: “Sólo será recordado por
dos cosas: los problemas que haya solucionado y aquellos que haya
creado”. Más bien bienaventurado es dar que recibir” (Hechos 20.35).

Al darle a los demás verá cómo la crítica deja su vida. En general,
los críticos son el tipo más inactivo de personas. Póngase en los
zapatos de su vecino, siéntese en el lugar de su jefe, corra por el
sendero de su mejor amigo. Debe estar atento para dar soluciones.

¿Cuántas personas mezquinas felices conoce? Puede construir más
amistades en dos meses brindando su ayuda, que en dos años tratando de
conseguirla.

“El Mar Muerto está muerto porque recibe continuamente y nunca
da” (anónimo). “Si Dios puede usarle de canal, también podrá dárselo”,
dice el pastor E.V. Hill. Tal vez un solo acto suyo sea suficiente
para cambiar la dirección en la vida de otra persona.

Tomado del libro: ¡Usted nació original, no muera como una copia! de
John L. Mason

PUEDE VISITAR www.librosadomicilio.com y puede pedir libros y se los
llevan a su casa


FUISTE FORMADO PARA SERVIR A DIOS

Fuiste puesto en la tierra para aportar algo. No fuiste creado sólo
para consumir sus recursos, para comer, respirar y ocupar espacio.

Dios te diseñó para que hicieras una diferencia con tu vida. Fuiste
creado para añadir vida a la tierra, no para quitársela. Dios quiere
que le des algo a cambio.

Creado para servir a Dios

La Biblia dice: “Dios nos creó para una vida de buenas obras, las
cuales ha preparado para nosotros”. Esas “buenas obras” son tu
servicio. Siempre que sirves a otros de cualquier manera,
verdaderamente estás sirviendo a Dios y cumpliendo uno de tus
propósitos.

Lo que Dios le dijo a Jeremías también es válido para ti:”Antes de
formarte en el vientre, ya te había elegido, antes que nacieras, ya te
había apartado”. Fuiste puesto en este planeta para cumplir una
asignación especial.

Salvado para servir a Dios

La Biblia afirma “Él es quien nos salvó y escogió para su obra santa,
no porque lo merecíamos sino porque estaba en su plan”.
Dios te redimió para que hicieras su “obra santa”. Tú no eres salvo
por buenas obras, sino para hacer buenas obras. En el reino de Dios,
tienes un lugar, un propósito, un rol y una función a cumplir. Esto le
da a tu vida un gran significado y valor. Costó la propia vida de
Jesús comprar tu salvación.

Llamado para servir a Dios

A medida que crecías, pudiste haber pensado que ser “llamado” por Dios
era algo para misioneros, pastores, y otros trabajadores de “tiempo
completo”; pero la Biblia dice que cada cristiano es llamado a servir.
Tu llamado a la salvación incluye el llamamiento a servir.

La Biblia dice: “Él nos salvó y nos llamó a ser su pueblo, no por lo
que hemos hecho sino según su propósito”. Pedro añade:”Fueron
escogidos para hablar de las excelentes cualidades de Dios, quien los
llamó”. En el momento que usas las habilidades que Dios te dio para
ayudar a otros, estás cumpliendo con tu llamado. La Biblia afirma:
“Ahora perteneces a Él... de manera que puedas ser usado para el
servicio de Dios”.

¿Cuánto de tu tiempo estás usando en servir a Dios? En algunas
iglesias de China, a los nuevos creyentes les dan la bienvenida
diciendo: “Jesús ahora tiene un nuevo par de ojos para ver, nuevos
oídos para escuchar, nuevas manos para ayudar y un nuevo corazón para
amar a otros”.

Una de las razones por las que necesitas integrarte a la familia de la
iglesia es para cumplir de forma práctica con tu llamado a servir a
otros creyentes.

Se te manda servir a Dios

Jesús fue claro: “Tu actitud debe ser igual a la mía, porque yo, el
Mesías, no vine a ser servido sino a servir y a dar mi vida”. Para los
cristianos, el servicio no es opcional, sino algo que debe estar
arraigado en nuestros horarios . Es el corazón de la vida cristiana.
Jesús vino “a servir” y “a dar”, y esos dos verbos también pueden
definir tu vida en la tierra. Servir y dar, en resumen, es un
propósito de Dios para tu vida.

Jesús enseñó que la madurez espiritual nunca es un fin en si mismo.
¡La madurez es para ministrar! No es suficiente seguir aprendiendo más
y más. Debemos poner en acción lo que conocemos y poner en práctica lo
que proclamamos creer.

Servicio y significado

Vas a dar tu vida por algo. ¿Será por una carrera profesional, por un
deporte, un entretenimiento, fama, riquezas? Nada de eso tiene
importancia duradera. El servicio es el camino a la significación
real. Es a través del ministerio que descubrimos el significado de
nuestras vidas.

La Biblia afirma: “Cada uno de nosotros encuentra su función y
significado como parte de su cuerpo”.
Dios quiere usarte para marcar una diferencia en su mundo. Él quiere
trabajar a través de ti. No importa la duración de tu vida sino la
donación de la misma. No cuánto tiempo viviste, sino cómo lo hiciste.

Si no estás involucrado en ningún servicio o ministerio ¿qué excusa
has estado usando? Abraham era viejo, Jacob inseguro, Lea sin
atractivo, José fue abusado, Moisés tartamudeaba, Gedeón era pobre,
Sansón codependiente, Rahab una inmoral, David tuvo una amante,
Jeremías estaba deprimido, Jonás era rebelde, Noemí una viuda, Juan el
Bautista un excéntrico, Pedro impulsivo, Marta preocupada, la
samaritana fracasada en varios matrimonios, Zacarías era impopular,
Tomás tuvo dudas, Pablo tuvo una salud pobre, y Timoteo era tímido.
Esta es efectivamente una variedad de individuos que no se adaptan muy
bien al ambiente, pero Dios los usó a cada uno de ellos para su
servicio. También te usará a ti, si dejas de dar excusas.

“Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas
obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos
en práctica”.
Efesios 2:10 (NVI)

Sobre el autor
Dr. Rick Warren es pastor fundador de Saddleback Church en Lake
Forest, California. Es el autor del libro de mejor venta según el New
York Times, "Una vida con propósito". Con más de 10 millones de copias
vendidas desde su publicación en octubre del 2002, el libro ha
recibido dos veces el premio de ECPA Book of the Year en el 2003 y
2004.

Este artículo ha sido tomado del libro:

Una vida con propósito
por Rick Warren
Editorial Vida

MATRIMONIOS AL DESNUDO

*Matrimonios al desnudo*

Considero que los matrimonios pueden exponerse en tres etapas: inicio,
vómito y madurez. La etapa de los comienzos es emocionante pero está llena
de «Yo», nuestro lema es: Yo estoy completo, realizado, feliz. Luego nuestro
enfoque se desplaza hacia los problemas, y entramos en el segundo periodo
del matrimonio, el que llamo la etapa del vómito. Aquí es cuando nos
concentramos en el otro: los defectos del otro, las debilidades, las fallas.
De la etapa uno a la dos pueden pasar un día, dos meses, un año y hasta
muchos años, pero a todos nos llega. El destino de una relación matrimonial
se basa en la capacidad de llegar a la siguiente fase (madurez). Esta etapa
crucial para la supervivencia no llega por sí misma, requiere de trabajo
habilidoso e intencional que nos lleve ella. Si la etapa del vómito llega
cuando cambiamos nuestro enfoque de «mi felicidad» a las «debilidades del
otro», la madurez llega cuando movemos el centro de atención del «Yo», y el
«Tú» a la unidad de pensar en «nosotros».

Esta es una lista de cinco cosas prácticas que te ayudarán a fomentar la
unidad con tu cónyuge:

*1. Tomarse de las manos.* Tómense de las manos al caminar. Oren juntos
tomados de las manos. Cuando estén en la intimidad, unan las manos. Mantener
la unión física, nos ayuda a mantener la unión en general. Cuando extendemos
una mano a nuestro cónyuge en unidad afectamos la condición de todos en el
hogar.

*2. Abrir el corazón.* Debemos fomentar la confianza y la amistad. Habla de
lo que tienes dentro, de lo más íntimo. Ten mucho cuidado como te comunicas
cuando te encuentres en una discusión con tu cónyuge. Cuando una pareja está
en medio de un conflicto, la manera que ellos deciden interactuar determina
si llegarán a la miseria o si aumentarán el nivel de intimidad. Los
conflictos nos pueden revelar muchas cosas sobre nuestro cónyuge que tal vez
desconocíamos: sus deseos, sus temores, sus sueños, sus desafíos. El
termómetro que debemos usar aquí es el respeto del uno hacia el otro.

*3. Entregar tu fuerza.* El matrimonio requiere de trabajo duro. Entrega tu
ímpetu a la relación. Da todo de ti. Muchos llegan al matrimonio con la idea
de: «yo pongo el 50% y tú pones el otro 50%», y esto solo crea conflictos y
competencias. En el matrimonio somos uno cuando el «yo» y el «tú» se funden
a través de las cuerdas del amor de Dios.

*4. Encuentra tu voz.* Escucha para entender. Te encontrarás a ti mismo
cuando te pongas «en los zapatos» del otro. Vivimos en el mismo planeta,
pero a veces sentimos como que si calculásemos la vida en longitudes de onda
que circunvalan la una a la otra. Si queremos fomentar la unidad, hay que
decidir escuchar con la intención de entender y no solo para oír. Sabemos
que tenemos un problema de sintonía cuando hablo una cosa y mi cónyuge
escucha otra cosa, cuando tomamos decisiones y luego mis acciones no están
completamente en acuerdo con el convenio al que habíamos llegado. Esto trae
confusión y conflicto.

*5. Da tu tiempo: una hora diaria.* El día de hoy. Asegúrate de estar
«presente» siempre. Una de nuestras herramientas es un libro que se titula:
*Un minuto con Dios*. Este libro te recuerda que es una buena práctica el
darle un tiempo diario a tu relación matrimonial, y qué mejor manera de
hacerlo que darle a Dios la oportunidad de hablarte. *Un minuto con Dios* te
hace concentrar en una pieza de tu relación matrimonial al día. Pero si
tomamos el efecto compuesto que da ir paso por paso a través de la lectura
del libro como un guía, al final hará una diferencia en tu vida con tu
cónyuge. El libro toma un pensamiento a la vez, y propone los cambios para
que la verdad de Dios en ese asunto sea clara. Luego da una llamada de
acción para que la Palabra de Dios sea práctica, la verdadera sabiduría de
acuerdo a Jesús está en el oír y luego poner en práctica lo que se nos ha
enseñado.

Una relación madura se concentra en el «nosotros» y solo mira al «yo» para
decidir qué dar, qué defender y en qué áreas trabajar.

Lo que podemos dar: tiempo, cariño, nutrición.
Lo que debemos defender: la intimidad y la comunicación.
Lo que debemos trabajar: la perseverancia, la oración, el espíritu de
servicio.

De esta manera no solo vivirán juntos sino unidos.

[image: Fomentando la unidad en el matrimonio]

Este artículo ha sido tomado del libro:

*Un minuto con Dios*

LA HISTORIA DEL VIEJO CARPINTERO

El le propone matrimonio en un arrebato de pasión y tal vez verdadero amor.
Alguien decide que finalmente se dedicará a su verdadera carrera y vocación:
la medicina.

Ella deja sus distracciones atrás, e ingresa al Instituto Bíblico con el
propósito de prepararse para misionar en algún remoto lugar del mundo. Un
adolescente toma la decisión de ser el mejor en el fútbol, y a partir de
ahora, trabajará muy duro para lograrlo.

Los dos esposos finalmente concuerdan en que ella no debe abortar, y tendrán
a ese hijo. Todos tienen un denominador común: decisiones fundamentales que
ahora parecen sencillas, pero afectarán su propio futuro e
inconscientemente, el de los demás.

El primero dejará de ser un soltero sin preocuparse por cuál jean usará el
sábado, para transformarse en el eje de una familia. Otro salvará cientos de
vidas en un hospital, desde una sala de emergencias. La chica que una vez
decidió prepararse en el Instituto, ahora predica en un rincón de Nueva
Guinea.

El otro es un reconocido futbolista y acaba de firmar un contrato millonario
para jugar en Italia. La pareja que una vez decidió no abortar, hoy escucha
a su hijo dar su discurso presidencial desde la Casa Blanca. Decisiones que
causan un golpe cósmico en algún lugar. Decisiones que afectarán
generacionalmente a otros.

Pequeñas decisiones que pasarán desapercibidas para cualquier escritor de
grandes acontecimientos, pero que con el correr del tiempo, se transformarán
en historia grande.

Yo tengo una historia, que habla de esas “sencillas” decisiones. Era una
fría mañana de mayo, y el hombre pasaba el cumpleaños más triste de toda su
existencia. Cumplía sus primeras cinco décadas de vida y el saldo no era
favorable. Su esposa había enfermado hacía unos cuantos años. No importaba
cuántos, habían sido eternos.

El hombre, de oficio carpintero, había visto cómo gradualmente el cáncer se
llevaba lentamente a la compañera de casi toda una vida. Era una enfermedad
humillante. ¿Cuándo fue la última vez que éste hombre de manos rústicas
había dormido toda la noche? Casi no lo recordaba. Todo se había
transformado en gris desde que el maldito cáncer llegó a casa. Su esposa no
tenía el menor parecido con la foto del viejo retrato matrimonial que
colgaba sobre la cama. Ahora solo era un rostro cadavérico, níveo, sin color
y por debajo del peso normal de cualquier ser humano.

“-Usted es una señora adulta- había dicho el médico-, váyase a casa, y…
espere.”.
El hombre, temperamental y de manos rudas, sabía lo que había de esperar. Lo
inevitable. Aquello que le arrebataría su esposa y la madre sus cuatro
hijos. Sin piedad, sin otorgarle unos años más de gracia. El putrefacto
aliento de la muerte parecía llenar la atmósfera con el pasar de los días.

La bebida era como una anestesia para el viejo carpintero. Por lo menos, por
unas horas no estaba obligado a pensar. Por el tiempo que durara la
borrachera, tendría un entretiempo en medio de una vida que no le daba
tregua. Había cualquier tipo de alcohol diseminado por toda la casa; en el
armario, la heladera, el garage, el galpón, y hasta una botella en el
aserrín de un viejo y enmohecido barril. Este era su cumpleaños. El hombre
festejaba un año más de vida y un año menos junto a su esposa.

El gemido de su esposa lo despertó del letargo.”-Recuerda- dijo suavemente
la mujer- que hoy estamos invitados a ir a esa iglesia…”
El hombre hizo un gesto de disgusto. El había sido luterano desde su niñez y
hacía años que no pisaba una iglesia. Apenas recordaba algunas canciones
religiosas en idioma alemán que se entonaban en su Entre Ríos natal. Pero el
pedido de su mujer no era una opción, era un ruego desesperado.

Tal vez el último deseo de quien lucha cuerpo a cuerpo con el tumor que se
empecinó en invadirlo todo. Un último intento por acercarse a Dios antes de
partir para siempre. El carpintero de las manos rudas y aliento a bebida
blanca, asintió con la cabeza. Irán a esa iglesia que su hijo mayor les
había hablado. Estaba un poco lejos, pero cuando el cáncer se instala en un
hogar, a nadie le importa el tiempo. Ya nadie duerme en la casa del
carpintero.

Esa noche, la del cumpleaños, el matrimonio llegó con sus dos hijos menores
a la remota iglesia evangélica de algún barrio de Del Viso, Buenos Aires. El
se apoyó en la pared del fondo y oyó el sermón.
“-Linda manera de festejar el cumpleaños” – habrá pensado.
Pero continuó allí con profundo respeto, viendo como su esposa lloraba
frente al altar.

El casi no oyó el mensaje, pero presintió que debía acompañar a su mujer, y
lentamente, el hombre que escondía botellas de alcohol en el aserrín, pasó
al frente. Los dos tomaron una decisión. Aceptaron a Cristo como su
suficiente Salvador. Una sencilla decisión que no pareció demasiado
histórica, y estoy seguro que muy pocos, esa noche, se percataron del
carpintero y su enferma esposa. Pero a ellos le cambió la vida para siempre.

Ella observó cómo el cáncer retrocedía lentamente hasta transformarse
milagrosamente en un mal recuerdo. El hombre se deshizo de todas las
botellas de alcohol y jamás volvió a tomar. Lo que comenzó como un mal día,
terminó con una decisión que afectan el futuro para siempre.

A propósito, la historia es real y ocurrió un primero de mayo de 1975. El
carpintero de las manos rudas jamás se hubiese imaginado que debido a su
buena decisión, no sólo se sanaría su esposa, sino también, algún día
afectaría a sus hijos. Su hijo menor, que por aquel tiempo tenía siete
añitos, hoy le predica a cientos de jóvenes y entre otras cosas, escribe
esta nota.

Eso es a lo que yo llamo una decisión generacional. Miles son afectados por
un sencillo paso al frente. Cuando decidas a qué te vas a dedicar, con quién
te vas a casar, o sencillamente pases al frente de algún altar a tomar un
nuevo compromiso con el Señor, recuerda que estás escribiendo la historia.
La tuya y la de los demás.

Hace poco les dije a mis padres que estaba profundamente agradecido por
aquel gris primero de mayo en el que tomaron la decisión más radical de sus
vidas. Les dije que cada joven que llegaba a oír mis mensajes, también le
estaban agradecidos.

Y les dije, además, que siento una tremenda responsabilidad, cuando tomo una
de esas “sencillas” decisiones como por ejemplo, el escribir esta nota.
Porque nunca sé a quiénes y a cuántos estoy afectando. Aunque de algo estoy
completamente seguro: a cada minuto de nuestras vidas, escribimos la
historia.

www.dantegebel.com

COMO LEEMOS EN ESTE ARTICULO NUESTRAS DECISIONES DE HOY HACEN ECO EN LA
ETERNIDAD. CADA COSA QUE ELIJO HOY DE UNA U OTRA FORMA AFECTARAN MI VIDA ,
LA DE MI ESPOSA , LA DE MIS HIJOS Y DE GENERACIONES . REVISEMOS QUE
DECISIONES ESTAMOS TOMANDO HOY Y QUE DECISIONES TODAVIA NO HEMOS TOMADO QUE
NECESITAMOS TOMAR


CREERLE A DIOS EN TIEMPOS DIFICILES

EN ESTOS TIEMPOS QUE ESTAMOS VIVIENDO ES CUANDO MAS DEBEMOS MANTENER NUESTRA
MIRADA Y CONFIANZA PUESTA EN DIOS, CREERLE SUS PROMESAS QUE NO NOS
ABANDONARA , UNIRNOS MAS COMO FAMILIAS , COMO MATRIMONIOS ,

ES MUY FACIL PERDER NUESTRO ENFOQUE Y EMPEZAR A VER LAS DIFICULTADES ,
CIRCUNSTANCIAS DIFICILES . EL DINERO QUE NO ALCANZA PERO RECORDEMOS QUE DIOS
EN BUENO Y COMO PADRE NOS AMA Y NO NOS ABANDONARA. POR ESO LES DEJO ESTE
VIDEO CON IMÁGENES DE LA PELICULA FACING THE GIANTS PERO ESCUCHEN LA CANCION
“CREERE” DE TERCER CIELO ESPERO QUE LES DEJE AUMENTE SU FE Y GRATITUD EN
SUS CORAZONES

AQUI ESTA EL LINK DEL VIDEO

http://www.youtube.com/watch?v=poQps-adig8

PODEMOS HACER DE LA FAMILIA UNA FIESTA

Si algún sector de la vida cristiana tiene que dar evidencia de un espíritu
de fiesta, es la familia.

La familia cristiana en este mundo secular es uno de los últimos baluartes
guiados aún por los principios prescriptos por la Iglesia. La vida familiar
es lo que está más claramente definido por La Escritura, al dar el apóstol
Pablo y Moisés cuidadosas instrucciones acerca de cómo vivir las relaciones
familiares delante de Dios. Si el cristianismo no provee celebración para la
familia, pierde legitimidad para quienes pueden considerarla un compromiso
de por vida.
A pesar de estas expectativas, son muy pocas las veces que las familias
reflejan el tipo de gozo gratificante que va con la fiesta cristiana. No
solo son aquellos fuera de la Iglesia los que tienen problemas en disfrutar
de la vida en familia; muchos cristianos, sinceros, admitirán que sus
familias también carecen del tipo de plenitud y diversión que esperan de
ella.

*Haga lo correcto*
Si la familia existe para ser una fiesta, sus miembros deberán comprometerse
a hacer lo correcto. La Biblia establece obligaciones recíprocas que deberán
ser cumplidas como prerrequisitos de un compañerismo gozoso: “Sométanse unos
a otros, por reverencia a Cristo. Esposas, sométanse a sus propios esposos
como al Señor […] Hijos, obedezcan en el Señor a sus padres, porque esto es
justo. «Honra a tu padre y a tu madre —que es el primer mandamiento con
promesa— […] Y ustedes, padres, no hagan enojar a sus hijos, sino críenlos
según la disciplina e instrucción del Señor” (Efesios 5:21-22; 6:1, 2, 4).
Esto puede parecer un poquito incongruente con el espíritu festivo.
Festejar, en el mundo moderno, parece significar exactamente lo opuesto a
cumplir con las obligaciones. Por lo general, denota dejarte llevar y hacer
lo que quieras. Por supuesto, esto es exactamente el problema con las
fiestas del mundo, y por eso son con frecuencia un desastre.

El famoso sociólogo de la universidad de California, Robert Bellah, dice de
modo convincente que las personas han perdido el sentido de compromiso en
las relaciones personales. Víctimas de algunos sicólogos “populares”, han
hecho de la búsqueda de la satisfacción individual su meta principal. En su
búsqueda de la “autorrealización” y “la liberación de sus potenciales
humanos” a menudo hacen a un lado las obligaciones para los cónyuges, los
padres y los hijos. Leen demasiados libros que alimentan la creencia de que
está bien encogerse de hombros ante las expectativas en nuestras relaciones
con otros, a favor de la búsqueda de nuestra felicidad personal.

¿Cuántos no hemos visto en programas de televisión que algunos invitados
explican que les fue necesario romper con la restricción del matrimonio y la
familia para llegar a “realizarse”? Cada vez más el gozo de la vida parece
definirse como “haz lo que te plazca” aun cuando alguien,
desafortunadamente, resulte lastimado en el proceso.

*Las fiestas familiares*
Por encima y en contra de este modelo de libertinaje que va con el tipo de
“vida realizada” del mundo, se sostiene un modelo bíblico que nos llama a
ser responsables el uno con el otro, especialmente dentro de la familia. Es
dentro de este contexto de obligaciones que se ubica el tipo de fiesta de
Dios.

[image: Familia]La primera obligación es poner la felicidad de la familia
por sobre todas las demandas de otras personas e instituciones. Los
negocios, los deportes y los amigos no cercanos deberían ser puestos en
segundo término con respecto a la familia. La familia debería reunirse para
comer y las comidas no deberían hacerse tan apresuradas que, después de
terminar, todos corran a hacer otra actividad. La comida, como en los
tiempos bíblicos, debería ser tratada como un momento sagrado. Debería ser
un tiempo para dar y aprender de los demás. Debería ser un tiempo sin prisas
para estar juntos. Se requiere de mucho esfuerzo para cumplir estos fines en
nuestro mundo sin ton ni son, pero los resultados harán que el esfuerzo
invertido valga la pena.

Nada debería interferir con estas reuniones familiares, ni siquiera la
iglesia. Constantemente, las actividades de la iglesia arruinan las
relaciones familiares. La iglesia que pone al padre fuera de casa una noche
para una actividad, desliga a los hijos de la familia otra noche, y luego
establece programas especiales para las madres otra noche más, puede hacer
un gran daño a la fibra familiar. La iglesia no debe evitar sino mejorar la
fiesta familiar. Los miembros de la familia no deben sentirse culpables por
hacer de las fiestas familiares una actividad primaria en sus vidas… y no
olvides dejar el teléfono descolgado y apagar el celular.

*Contar historias*
Robert Bellah afirma que la gente se convierte en una comunidad alegre con
un sentido de pertenencia cuando comparte lo que llama una “narrativa
común”. En otras palabras, una familia es una fiesta cuando sus miembros
están juntos y comparten una colección de historias, en especial divertidas,
de las cosas que alguna vez hicieron juntos. Uno de los mejores momentos de
diversión que la familia puede pasar es alrededor de la mesa después de una
buena comida, relatando viejas historias o anécdotas del pasado.

Como niño, recuerdo aquellas divertidas noches de domingo cuando nos
entreteníamos al recordar los episodios del pasado de nuestra familia.
Ninguna otra fiesta podía ser tan buena. Ninguna otra celebración podía ser
más exuberante. Ningún otro festival podía ser más gracioso.
Es lo mismo en mi familia hoy. Mi hijo y mi hija han crecido y ya no viven
con nosotros. Pero todavía, cuando podemos tener una reunión familiar y
terminar una buena cena con un par de horas de contar historias, se
convierte en la mejor fiesta.

Es muy importante para las familias conservar vivas aquellas historias de su
pasado. Diciendo y volviendo a decir lo tierno y lo divertido que ha pasado,
se crea un sentido de pertenencia y de historia común. Esto es lo que hace
sentir a la gente importante para contribuir a la diversión familiar.
[image: El Reino de Dios es una fiesta]Puede decirse que el contar historias
es una parte tan importante de lo que significa ser una familia, que no
existe una familia sin narrativa común. La familia que cuenta historias
reunida, permanece unida. Una fiesta con buenas historias en lo que
significa ser una familia.

Tomado del libro: *El reino de Dios es una fiesta* de Editorial Betania.

*Tony Campolo*


CERREMOS LA PUERTA DE NUESTRO HOGAR A LA PORNOGRAFIA

*LEAN ESTE ARTICULO QUE RECIBI DE UN MINISTERIO QUE TRABAJA SANIDAD Y
LIBERTAD EN CRISTO *

No habitará dentro de mi casa el que hace fraude; El que habla
mentiras no se afirmará delante de mis ojos. Salmos 101:7

De muy niño descubrí la pornografía, un día hurgando entre las
pertenencias de mi padre encontré revistas y videos que él llevaba a
la casa, nunca me había imaginado que tales cosas existieran. A partir
de ahí comencé esporádicamente a sacar las revistas para hojearlas e
igualmente observaba los vídeos, todo esto a escondidas de mis padres
y mis hermanos. Mi mente de niño cada vez necesitaba mayores dosis de
imágenes y la ansiedad se apoderaba de mí cada vez que no podía
acceder a ese material.

Muchas personas, tanto hombre como mujeres, creen que este tipo de
material no tiene nada de malo y que por el contrario es algo normal
pero no se imaginan la cantidad de contaminación emocional y
espiritual que puede generar en la mente y en el corazón de un ser
humano y aún más, en un niño.

Cuando cometemos el error de permitir que la pornografía entre a
nuestro hogar quedamos expuestos a varios peligros. El cónyuge
involucrado en este asunto cambia su patrones de comportamiento
drásticamente, por ejemplo, quiere pasar más tiempo a solas en el
hogar, por momentos se le nota ansioso y distraído e igualmente
comienza a perder el interés por su pareja, como respuesta a esto, su
media naranja comenzará a indagar y mas temprano que tarde, se dará
cuenta de lo que esta ocurriendo, es allí cuando si la situación no se
maneja de la manera adecuada pueden aflorar sentimientos como la ira,
la angustia, los celos, etc., que llevarán la relación de pareja
directo a la caneca de la basura. El involucrado termina dañando
inclusive su estima debido a la frustración de no poder hacer realidad
lo que ha visto y de paso daña la estima de su pareja puesto que esta
se sentirá engañada y menospreciada.

En cuanto a los niños, cuando un niño es expuesto a este tipo de
material, su inocencia se pierde -dando paso a una imagen
distorsionada de lo que es la verdadera sexualidad y por lo tanto
crecerá tratando de asemejarse a aquello a lo que fue expuesto, cada
vez querrá ir más allá, buscando nuevas formas de satisfacer su
persona sin entender que nada de lo que pruebe o experimente lo hará
sentirse pleno puesto que su mente y su corazón estarán llenos de
engaño.

El cerrar la puerta de nuestro hogar a la pornografía involucra
acciones tales como:

Los padres no debemos permitirnos el acceso a este tipo de material
bajo ninguna de sus formas.
Hoy existen filtros para el PC que de manera segura bloquean el paso
de todo el material pornográfico que inunda la red, son de fácil
instalación y manejo.
Como padres también tenemos de dar una buena educación a sus hijos,
incluyendo el área sexual y así mismo vigilar frecuentemente lo que
ven y leen.
No sobra decir que también es importante vigilar que personas
frecuentan nuestros hijos.

SI QUIEREN CONOCER ESTE MINISTERIO VISITEN www.libresencristo.org


VIDAS PRIVADAS

*por Dante Gebel*

Aún recuerdo la primera vez que sucedió. Fue en un congreso de líderes en la
bella Sydney, Australia. La reunión era avivamiento puro o, al menos, lo
parecía. Mi tarea era predicar un sermón alentador y culminar el servicio.
La gente movía ampulosamente las manos y no paraban de saltar, mientras que
los músicos entonaban melodías increíbles; la alabanza australiana realmente
es enriquecedora.

Los ministros que estaban a cargo de la reunión, preguntaban una y otra vez
si estaban dispuestos a conquistar el país, mientras que la multitud no
paraba de gritar eufóricamente.

¿Eres un predicador?, entonces debes saber lo que yo sentía en ese entonces.
Es más fácil predicarles a un grupo de gente moribunda que tratar de
sorprender con una palabra fresca a gente que pareciera tenerlo todo. Los
jóvenes no paraban de bailar y saltar entre las butacas del enorme edificio.
Los más viejos, sin excepción, movían unos ruidosos panderos por toda la
congregación. Era, lo que llamo, un servicio ensordecedor. O cantas y gritas
o te vas, no puedes mantenerte en la mitad.

Mi pregunta era cuál sería el mensaje que debía darles. Esa gente estaba a
dos centímetros del suelo. Durante la última canción, cambié mis bosquejos,
y me dispuse a darles un sermón de aliento, algo acerca de conquista o
victoria, o algo así.

Cuando al fin todos se sentaron, algo comenzó a ocurrir. Mientras que el
público me miraba esperando que saludara, yo podía sentir al Espíritu de
Dios que me susurraba:

«Háblales de mi gracia».

Tuve una lucha espiritual intensa. Obviamente, Dios debió haber estado
ocupado en alguna gran cruzada con Billy Graham, llegó tarde a la reunión y
es por eso que no conoce demasiado a esta gente. Yo sí estuve todo el
servicio. Estos australianos viven un avivamiento. Quieren que alguien les
hable acerca de lo que viene por delante, de ministerios, de dones. Ellos ya
están perdonados, son algo más que ovejas, son líderes de primera línea.
«Háblales de que mi gracia es abundante para ellos», insistió.

Y fue entonces cuando ocurrió. No lo hubiese hecho, de no ser porque sabía
que Dios estaba detrás del asunto.

«Quiero que los que tienen una intensa lucha con un estúpido hábito oculto,
lo confiesen esta noche», dije, «me refiero a ese “gigante” que te abofetea
en la intimidad. Nadie lo sospecha, ni siquiera lo sabe tu esposa, tus
padres, ni tu mejor amigo, pero estás consciente de que ese “hábito”
escondido está arruinando tu unción».

El silencio en el edificio era demoledor.

«Sabes que deberías tener un ministerio ungido, pero te conformas con mucho
menos, por culpa de esa debilidad que no te da tregua. No importa cuán santo
parezcas, si sabes que ese hábito hace que tu unción no sea pura».

Dios sabe que no fueron muchas más palabras, cuando alguien irrumpió en un
seco sollozo entre la multitud.

«Quiero que todos cierren los ojos», supliqué, «y necesito que aun los que
estén grabando apaguen sus cámaras, no quiero que sientas vergüenza. Quiero
pedirte que si reconoces que un estúpido hábito te está amarrando al pasado
e hipotecando tu futuro, levantes tu mano».

Algunas manos, tal vez diez o doce, se levantaron con timidez.

«Sé más específico», me dijo el Espíritu con una voz clara.

«Los que no pueden abandonar la masturbación compulsiva. Los que están
atados a la pornografía por internet, revistas o cualquiera de sus formas.
Los que amanecen en la cama ajena virtualmente, engañando a sus esposas en
su mente.

Los que anhelan que su mujer se muera, en algún accidente repentino, para
enviudar y casarse con otra dama que ya tienen en mente. Los que se sienten
invadidos sin piedad por pensamientos impuros, llenos de lujuria.
Los que se han permitido caricias íntimas y genitales con sus novias. Los
que luchan con pensamientos de homosexualidad».

Ahora todo el recinto estaba lleno de manos. Los líderes, los colaboradores
y los que hasta hace un momento estaban dispuestos a conquistar la nación.
Allí estaban, llorando amargamente, hartos de pedir perdón por el mismo
pecado crónico.

La primera vez que pecas, te tiras ante la presencia de Dios y suplicas
piedad, ruegas que la sangre de Cristo te haga limpio, puro otra vez. La
segunda, consideras que es necesario prometer algo, decir alguna frase como
«Prometo que jamás lo volveré a hacer», «Nunca jamás consumiré pornografía o
acariciaré esos asquerosos pensamientos». La tercera vez, te autoimpones un
castigo, algo que te duela, para demostrarle a Dios que ahora va en serio:
«Voy a quitar el servicio de cable del televisor» o «Volveré al correo
tradicional, ni siquiera usaré el e-mail, para no tentarme a navegar en
sitios sucios» o «Dejaré a mi novio aunque sienta que lo ame».
La cuarta vez, ya no quieres ir. Ahora sí, sientes que tu vida es un fraude.
Y te sientas a los pies de la cama, a dialogar con Satanás.

«Ahora si la hiciste fea. Hasta Dios tiene sus límites. Una cosa es
equivocarse una vez, dos y tal vez hasta tres. Pero ya has perdido la
cuenta». Y dices:

«Creo que Dios está harto de verme fracasar».

«No lo dudes», responde quien desea verte arruinado. «Tienes un problema,
una debilidad, un horrible y repugnante pecado que te deja fuera de la liga.
La masturbación es tu kriptonita, te está destruyendo. En tu lugar, me
distanciaría de las cosas santas, que obviamente no son para tipos como tú».
Y es entonces cuando se produce el contrasentido, lo ilógico. Pospones orar
hasta arreglar tu debilidad primero. Dejas de lado la consagración porque te
sientes indigno, sucio. No te involucras porque consideras que has
traspasado todos los límites del perdón. Y te convences de que no naciste
para ser campeón. El hábito logró dejarte en la lona. A mitad de camino,
postrado en la pista.

Hice una última pregunta aquella vez en Sydney: «¿Cuántos sienten como si
Dios ya no quisiera perdonarlos?

Creo que todos, absolutamente, levantaron sus manos temblorosas. Los mismos
que parecían vivir una panacea de avivamiento, ahora confesaban sentirse
indignos del Señor.

No quiero que me malinterpretes, no trato de hacer apología del pecado. Me
considero uno de los mayores defensores de la santidad. Durante años solo me
dediqué a predicar acerca de la integridad. Nuestras cruzadas han tenido
como lema proclamar una generación santa. Pero la santidad sin gracia solo
es legalismo.

Esos miles de líderes se equivocaron tanto, convivieron con la debilidad a
tal punto, que llegaron a creer que Dios ya no estaba dispuesto ni siquiera
a oírlos. Es que el hábito oculto tiene la singularidad de colocarte a la
puerta del templo, como el cojo que pedía limosna en el templo de la
Hermosa.

Tienes un área coja que te impide caminar. Tu vida de oración se reduce a la
raquítica tarea de hilvanar dos o tres frases sin sentido antes de quedarte
dormido. Tu comunión con el Señor es nula. Estás a la puerta, sabes todo lo
que pasa dentro de la iglesia, pero también sabes todo lo que ocurre afuera.
Vives en la mitad, como un cristiano nominal. Sabes demasiado como para
considerarte un inconverso… pero no lo suficiente como para ser un santo.
Vives en santidad un poco… pero también pecas un poquito. Alabas al Señor y
también maldices otro poco. Levantas tu vista al cielo a veces, pero tus
ojos son vagabundos en algunas ocasiones.

Cojo del alma. Minusválido espiritual. Lisiado ministerial. Paralítico del
corazón a causa de un estúpido hábito oculto. Y la horrible sensación de que
Dios ya no te quiere recibir.

«Lo siento», pareciera excusarse un ángel, «le dije a Dios que vino a verlo,
pero me dice que no puede recibirlo, usted es demasiado inmundo para
presentarse aquí».

Lo oculto arruinando lo público.

Pero cuando el arrepentimiento es genuino, el error desaparece del disco
rígido de la computadora eterna. Ni siquiera figura en «elementos
eliminados». Dios se olvidó. Y olvidó que se olvidó. El expediente fue
borrado.

Aún recuerdo algunas expresiones en los rostros de aquellos líderes en
Sydney. Fue la primera vez que prediqué acerca de la gracia y desde aquel
entonces, no he dejado de mencionarla. Cuando creían que ya estaban fuera de
las grandes ligas, alguien volvía a creer en ellos. Manos temblorosas de
grandes campeones, que se negaban a subir al cuadrilátero por considerarse
lisiados. El milagro de la gracia tapando los huecos oscuros del alma. Los
rincones tenebrosos de la intimidad sacudidos por la luz de la nueva
oportunidad. Dios, otra vez, dispuesto a perdonarlos, diciéndoles que su
gracia era abundante para ellos.

El sexo libre, la pornografía, lujuria, la masturbación.

La mentira, engaño, el adulterio.

La cama ajena, pensamientos impuros, los ojos desenfrenados.

*No importa el nombre del delito, el secreto es que si para encontrarse con
el paraíso, hay que ir a la cruz, vale la pena pasar por allí otra vez.*

*————————————————————–*
*Adaptado de EL LIBRO “El código del Campeón”**
(Editorial Vida-Zondervan)*

TESOROS EN EL MATRIMONIO

*¿Se puede amar para toda la vida? Podemos concentrarnos en las pequeñas
cosas que mantienen al matrimonio con vida, en vez de concentrarnos en
aquellas que lo destruyen.*

Cuando Dios nos ordena amarnos los unos a los otros, nos muestra que el amor
no es un sentimiento imposible de controlar. Él jamás nos diría que
hiciéramos algo que no podemos hacer.
El amor es una opción que se basa en los pensamientos y las conductas que
podemos controlar. Cuando nos decidimos a atesorar a nuestro cónyuge,
llenamos nuestra mente con pensamientos positivos. Nuestra conducta es
también positiva y se concentra en ayudar y proteger. Hay maneras
específicas en que podemos hacer que nuestros pensamientos y nuestra
conducta se mantengan enamorados.

*El arte de atesorar a nuestro cónyuge*
¿Han atesorado alguna vez un objeto? ¿Un trofeo, un premio, un automóvil o
una casa? ¿Cómo tratamos a los objetos valiosos? ¿Los tiramos en un armario
y nos olvidamos de ellos? Por supuesto que no. Por lo general, los exhibimos
en un lugar de honor y los mantenemos bien cuidados. Pensamos en ellos a
menudo y les hablamos sobre ellos a los demás cuando podemos.

Me acuerdo cuando, después de seis meses de búsqueda, finalmente encontramos
la casa perfecta. Fue como encontrar un tesoro escondido. Durante las
siguientes semanas, de lo único que podía hablar era de la casa. Me pasaba
horas y horas pensando en cómo iba a decorarla. Cuando por fin la compramos,
¡me pasé realmente horas y horas decorándola! Mientras vivimos allí,
continué sintiéndome orgullosa de mi casa y me encantaba mostrársela a mis
amigos y a mis familiares.

Estoy segura de que la mayoría de ustedes pueden relacionarse con algún
objeto en su vida que haya tenido un lugar de honor en su corazón. Quizás
sea el automóvil que habían deseado durante tanto tiempo, y que ahora lavan
todos los días; o aquella medalla que ponen a la vista con tanto orgullo; o
ese gran pez trofeo que tienen montado sobre la pared para alardear de su
logro. ¿Por qué tan a menudo nos ocupamos mejor de nuestros bienes
materiales que de nuestro cónyuge?

[image: Matrimonio]Por desgracia, tengo que admitir que hay veces que me
ocupo mejor de mi casa que de mi marido. Quizás sea porque se nos enseña
cómo limpiar la casa, lavar el coche o cuidar de nuestras cosas, pero a
menudo no se nos enseña cómo atesorar a la gente. Solo cuando aprendamos
verdaderamente a atesorar a nuestro cónyuge por encima de todo lo demás
–excepto nuestra relación con Dios– comenzará nuestro matrimonio a sanarse,
crecer y florecer.

*Cómo atesorar a nuestro cónyuge*
¿Qué significa atesorar algo? Sencillamente significa percibir ese objeto
como algo de gran valor para nosotros: algo que hemos soñado, por lo que nos
esforzamos y que hemos, finalmente, recibido. Un regalo que no tiene precio.
Un tesoro. Algo por lo cual estamos agradecidos y que siempre valoraremos.
Algo que cuidamos, protegemos y mimamos. Obviamente, tendríamos que tratar a
nuestro cónyuge mejor que a cualquier bien material.

¿Pero sabemos acaso cómo hacerlo? Nosotros cuidamos nuestro automóvil,
nuestra casa, nuestro barco, o nuestros preciosos trofeos o medallas. Pero
poseemos un don mucho más valioso, al cual no le damos demasiada
importancia: nuestro esposo o esposa.

¿Han entrado alguna vez en la casa de alguien, o han ido a una feria
americana y han visto una mesa antigua o una tarjeta de béisbol de edición
limitada, o algún otro objeto de colección que se venden por prácticamente
nada? Quizás esté cubierta de polvo, con la pintura dañada y rayada,
golpeada y gastada. Miramos ese valioso objeto y pensamos: “Esta gente no
debe tener idea de lo que tienen o no lo estarían tratando así”.

[image: Descubra los tesoros del matrimonio]Pienso que eso es lo que ocurre
frecuentemente con nuestro cónyuge. Nos olvidamos de su valor. No parecemos
estar conscientes de su verdadero valor. ¡Necesitamos aprender lo que
significa atesorar verdaderamente a nuestro cónyuge y comenzar a aplicar
estos conocimientos prácticos de inmediato!

Tomado del libro: *Descubra los tesoros del matrimonio* de Editorial Patmos

BUENOS HABITOS

*El valor de los hábitos a temprana edad. "La vara de la disciplina imparte
sabiduría, pero el hijo malcriado avergüenza a su madre" (Proverbios 29:15).
*

La disciplina es una necesidad imprescindible para que nuestros niños
puedan crecer espiritualmente. Ellos agradecen la disciplina porque les
ofrece estabilidad. La disciplina los equipa para poder responder a las
demandas que les exigirá cada etapa de la vida.

Mientras más temprano comencemos a disciplinarlos, menos estrés habrá, tanto
para el niño como para los padres. Un niño disciplinado se sentirá seguro de
enfrentar la vida, ya que la disciplina desarrollará en ellos un carácter
que los hará sentir competentes. Al principio ninguna disciplina es causa de
gozo; pero luego, cuando ellos ven los resultados, lo agradecen.

Cuando un niño comienza a sentirse incompetente en la vida se resiente
contra los padres, que por causa de la permisividad y temor a disciplinar lo
dejaron subdesarrollado en algunas áreas de la vida, las que ahora le están
cobrando con intereses.

*La disciplina de hábitos
*Una de las ventajas importantísimas de la disciplina es crear hábitos en
nuestros hijos. Si no creamos en ellos costumbres o hábitos desde temprano,
será muy difícil que lo logremos cuando sean maduros.

Por ejemplo, cuando nuestros hijos sean adolescentes, pretenderemos hacer de
ellos muchachos y muchachas hacendosos y ordenados. Como ahora son niños muy
chiquitos creemos que no pueden crear el hábito de ser ordenados. Esperamos
a que sean mayores, por lo menos preadolescentes, para entonces enseñarles.
Pero, ¿a qué están acostumbrados? ¿A qué se acostumbraron en los cinco,
seis, siete años de su vida? Al desorden, como si vivieran entre escombros.
Ellos piensan: "Yo desordeno, y mamá recoge; yo tiro, y papi levanta".

Ahora hay estrés y muchos regaños por algo que le permitieron hacer durante
años. ¿No les parece injusta la tirantez que se produce, cuando fuimos
nosotros los responsables de tal indisciplina?

[image: Niños]Cuando llegan a la edad escolar, los maestros les exigen poner
sus cosas en orden, en su lugar, y lo interesante es que lo hacen. ¿Por qué?
Porque desde un principio les enseñaron las reglas del juego, y las
autoridades escolares fueron diligentes en velar por su cumplimiento. Pero
en casa siguen el patrón aprendido allí. Entonces empiezan las discordias,
las críticas y los regaños. Regaños para aquí, regaños para allá. ¿Y de
quién fue la culpa? ¿De ellos? ¡No! Si hoy son desordenados es porque
nosotros fuimos unos inconstantes al no saber imponerles hábitos. No supimos
enseñarles costumbres de orden, de limpieza, de ser hacendosos con sus
cosas.

Dios nos mostró que la disciplina de hábitos era una bendición, y que
teníamos que ayudar a nuestros hijos a adquirir esta cualidad. Como padres,
no podemos ver la disciplina como una crueldad hacia nuestros hijos, sino
como una bendición.

Desde que ellos comienzan a gatear y jugar en el piso, y en la medida que
van creciendo, debemos enseñarles orden. ¿Terminaron de jugar? Toma al niño,
y con mucho cariño indícale dónde van las cosas. Nosotros le decíamos a los
nuestros: "Ven acá. Esto va aquí". Y lo colocábamos en su lugar. "Y esto va
allá", y lo ubicábamos, en orden. Es cierto que teníamos que hacerlo
inicialmente nosotros. Pero luego, en las siguientes ocasiones que
terminaban de jugar, soltaban sus juguetes y se retiraban, entonces los
deteníamos y les decíamos:

– No mi amor, ven acá, por favor; acomoda las cosas como te enseñé.

Y los estimulábamos:

– Pon esto aquí. El niño lo puso muy bien: ¡aplauso!

Celebrábamos el acto de obediencia con mucha alegría, y lo premiábamos con
besos, abrazos y elogios.

¿Qué pasa si se niega? Párate firme, y no le permitas continuar a ninguna
otra actividad hasta que ponga todo en orden. Toma el tiempo que sea
necesario, hasta que obedezca; y, por favor, no te rindas. Los niños nunca
se olvidarán del momento en que lograron doblarte el brazo… y lo intentarán
nuevamente con más fuerza cada vez.

[image: Señor, que mis hijos te amen]Ambos padres deben cooperar en la
campaña de disciplina. Si nuestros hijos aprenden desde el principio que
"papá y mamá unidos jamás serán vencidos", serán rápidamente instruidos para
así desarrollar las habilidades y virtudes de carácter que queremos ver
crecer en ellos.
Por favor, luego que se dé la obediencia, recuerda celebrar en grande, para
recompensarlos.

Tomado del libro: *Señor, que mis hijos te amen* de Editorial Casa Creación


ENAMORA A TU CONYUGUE

Algunos consejos prácticos para edificar el amor una vez casados. “Grábame
como un sello sobre tu corazón; llévame como una marca sobre tu brazo.
Fuerte es el amor, como la muerte, y tenaz la pasión, como el sepulcro. Como
llama divina es el fuego ardiente del amor” (Cantares 8:6).

Detestamos decirlo, pero algunas veces lo peor que puede pasarle al amor de
una pareja es que se casen. ¡Ay! ¿Por qué un artículo acerca del
enamoramiento cuando queremos saber cómo conducir a la familia en lo
espiritual? ¿Qué tiene que ver esto con criar hijos en la fe?
Todo. Para guiar espiritualmente a una familia, el esposo y la esposa deben
formar un equipo íntimo. ¿Cuánto trabajo valioso de equipo puede haber si la
relación entre mamá y papá es aburrida, tensa o fría?

El amor implica la mezcla apasionada de dos almas: un par de almas y
espíritus gemelos que disfrutan de estar el uno con el otro. Es cierto que
el enamoramiento debería fluir de una relación en la que el esposo y la
esposa crecen juntos de forma espiritual, pero también creemos que el
crecimiento espiritual tiene mejores posibilidades en un matrimonio en el
que cada uno disfruta del otro. Un corazón que tiene el calor del amor y la
devoción de su cónyuge, está más dispuesto a recibir el amor y la
instrucción de Cristo.

Aunque no cabe duda de que el enamoramiento debería incluir música, flores y
veladas mágicas, cuando decimos “enamora a tu cónyuge” en realidad nos
referimos a nutrir la relación a diario, la chispa, la conversación y la
pasión. Esto no quiere decir que en cada momento de todos los días sintamos
que nos consume un fuego emocional abrasador, pero tampoco debe mojarse la
madera ni apagarse la fogata.

Nos encanta lo que dice Alan Loy MacGinnis:
– Para ser un artista en enamorar no se necesita tanto una naturaleza
sentimental ni emocional, sino reflexiva. Cuando pensamos en las cosas
románticas, pensamos en acontecimientos que ocurrieron porque alguien se
decidió a amar. Un hombre […] le trae a su esposa una sencilla rosa al
terminar el día; una muchacha le hace, al amor de su vida, un pastel de
limón con el grado de acidez exacto, tal como a él le gusta […]. Estas no
son sensiblerías, son esas cosas que provienen de la resolución y de la
determinación.

Aquí tenemos dos palabras clave: resolución y determinación. El
enamoramiento es como cualquier otra cosa que sea digna de poseer: se
encuentra en la dimensión de la dulzura y de la perseverancia.
Los desafiamos a que ambos consideren las siguientes ideas para tener un
matrimonio más romántico.

*Estudia a tu cónyuge*
En las próximas semanas y meses, determina las tres necesidades primordiales
de tu cónyuge; luego haz todo lo posible para satisfacerlas. ¿Sabes lo que
desanima a tu cónyuge? ¿Sabes qué lo haría florecer? ¿Se trata de una
necesidad emocional? ¿Necesita conversar? ¿Necesita romance? ¿O necesita que
hagas algo en la casa? ¿Hay algún asunto que debas perdonar? Tal vez se
trate de algo rutinario como sacar las malezas del jardín, ayudar a acostar
al bebé o limpiar la cocina luego de la cena.

[image: Enamorados]Lo que hemos hecho a lo largo de los años es confeccionar
una lista de las acciones que en verdad le agradan al otro. Muchas veces
estamos tan dedicados a detectar las cosas que tienden a inmiscuirse en la
vida del cónyuge, que el matrimonio comienza a parecerse a una institución
que tiene como fin reformar al compañero o compañera.
Desde el punto de vista espiritual, es probable que descubras que a tu
cónyuge le interesa más crecer junto a ti en una relación íntima con Dios,
si a ti te interesa crecer en la intimidad con él. Al hacer una lista de las
cosas que comunican amor, enamoramiento y afecto por tu cónyuge, le estás
diciendo: “Pienso en ti. Me gustas. ¡Deseo ser el único compañero de tu
alma!”

*Invita a salir a tu cónyuge*
Dale una oportunidad al romance. Una de las razones por las que desaparece
el fuego de la relación matrimonial, es que estamos demasiado ocupados y
preocupados con las presiones de los viajes en auto, las del trabajo, las
necesidades de los hijos y los desafíos financieros. Muchos están exhaustos
debido a las demandas de la vida. En términos prácticos, queda poco espacio
para cultivar nuestra relación matrimonial y, por lo tanto, no se le da una
oportunidad al enamoramiento.
Una solución es establecer una noche para salir como pareja.

Durante quince años, el domingo por la noche ha sido nuestra noche para
salir. Es más, si aun no nos hemos ido de la casa a las seis de la tarde,
nuestros hijos comienzan a preguntar si no vamos a salir. Saben que la
relación entre nosotros es una prioridad.
Les advertimos algo: a veces, en nuestras citas no bulle el enamoramiento.
Algunas veces nuestros mejores esfuerzos por encender la chispa del
enamoramiento son fútiles, pero si perseveramos, tendremos éxito.
A lo largo de los años, nuestra noche de salida nos ha dado la oportunidad
de volver a conectarnos de manera emocional, espiritual, y a promover la
relación mutua. Y luego de pasar esa velada juntos, los dos sabemos cómo
orar por el otro.

*Algunas otras ideas**
*Para devolverle las burbujas a su enamoramiento te sugerimos:
Corteja a tu esposa. Si tienes dudas en cuanto a esta necesidad, analiza lo
que Dios revela en Cantares. Salomón y su esposa sabían cómo despertar las
pasiones del amor que se tenían el uno al otro mediante un cortejo creativo.

Escríbele a tu esposo una carta de amor a la antigua. No pienses en la carta
que a ti te gustaría recibir, sino en la que le gustaría a él.
Llévale una rosa a tu esposa. Entrégale la flor, tómala en tus brazos,
acaríciala con suavidad la cara, mírala a los ojos y dile:
– Quiero que sepas que casarme contigo fue lo mejor que pude haber hecho, mi
amor. Volvería a hacerlo de nuevo.
[image: Diez secretos para desarrollar una familia fuerte]
¡No renuncies al romance en tu matrimonio! Cuanto más cálida sea tu
relación, mejor marcharán como equipo en la tarea de guiar a la familia en
el aspecto espiritual.

Tomado del libro: *Diez secretos para desarrollar una familia fuerte* de
Editorial Unilit.

¿Sabes escuchar con el corazón?-GARY SMALLEY

La importancia de la comunicación emocional. “Los pensamientos humanos
son aguas profundas; el que es inteligente los capta
fácilmente” (Proverbios 20:5).

Gary Smalley
¿Quieres conocer uno de los mitos especialmente desagradables que
impide a muchas personas experimentar los enormes beneficios de una
comunicación eficaz?
En algún momento a lo largo del camino esas personas se convencen de
que la verdadera comunicación se logra una vez que entienden las
palabras de la otra persona. Creen que la comunicación eficaz equivale
a la comprensión precisa de las palabras y las frases que escuchan.

En realidad, la buena comunicación es mucho más que eso. La verdadera
comunicación por lo general se alcanza cuando cada una de las personas
comprende las emociones que están por debajo de las palabras que se
dijeron. Por lo general la gente se siente más comprendida, cuidada y
vinculada, cuando la comunicación enfoca sus emociones y sentimientos,
en lugar de tomar en cuenta solamente sus palabras o pensamientos.

Esta es la magia de la comunicación eficaz. Nuestra meta debe ser ir
más allá de las palabras pronunciadas, y captar la pepita de oro
emocional que está por debajo de ellas. Es mucho más importante
descubrir y ocuparnos de las emociones que están por debajo, antes que
decir trivialidades sobre las palabras que escuchamos. Pregúntate lo
siguiente: “¿Cuál es el efecto emocional de esas palabras?” No
solamente: “¿Cuáles fueron las palabras que acabo de escuchar?”

Supongamos que una esposa dice:
– Creo que nuestros hijos no deben ir a una escuela pública. Me parece
que deberíamos educarlos en casa.
¿Qué quiso decir? Piensa atentamente en las dos oraciones. La mujer no
usó palabras “emocionales”, todas fueron palabras “racionales”. Si su
esposo responde:
– ¿De manera que piensas que nuestros hijos no deben ir a la escuela
pública?
El esposo en realidad no captó lo esencial Reflejó con precisión las
palabras que ella acaba de pronunciar, pero no tiene idea de su
verdadera preocupación.

¿Y si en cambio presta atención a las emociones que encierran esas
palabras? ¿Qué sucedería si él escuchara el corazón de su esposa:
“Estás diciendo que estás muy preocupada por nuestros hijos? ¡Ahora
sí!” Esta vez la entendió. Escuchó más que las palabras; escuchó los
sentimientos de su esposa, su verdadera preocupación. Percibió el
mensaje emocional: el temor que siente por sus hijos.

Muchas personas quedan atrapadas en la danza del miedo precisamente en
este punto. Usan palabras “racionales” para referirse a sus acciones,
en lugar de hablar acerca de sus sentimientos o de sus preocupaciones
más profundas. Quedan atascadas hasta que por fin aprenden a percibir
la pepita de oro emocional. Cuando descubren cómo ir más allá de los
pensamientos y las opiniones, y logran captar las emociones que están
por debajo, entonces se liberan. Alcanzan el nivel de los verdaderos
intereses y de la experiencia emocional profunda.
Tú me importas
Cuando hacemos un esfuerzo por encontrar la pepita emocional, decimos
a nuestros amigos, colegas, parientes: “Me interesa saber cómo
sientes. Tus emociones me importan”. Y cuando nuestros seres queridos
reciben este mensaje, sienten que los apreciamos de verdad. Se sienten
amados.

Cuando no comunicamos esto, la otra persona no se sentirá amada, aun
en el caso de que hayamos entendido las palabras que pronunció. La
comunicación se desgastará hasta detenerse.
Muchos de nosotros –en especial los varones– tenemos problemas con
esto. Los hombres acostumbramos a pensar de una manera lineal: nada de
irse por las ramas, hay que ir al grano. Queremos resolver un problema
y completar una tarea, no queremos ocuparnos de las emociones. Solo
nos preocupa encontrar la manera de “arreglar el asunto”.

Sin embargo, si no escuchamos ni respondemos a las emociones, toda la
ingeniería del mundo será incapaz de conducirnos hasta el verdadero
problema. Solo cuando logramos entender las emociones podemos
comenzar, de manera eficiente, con la tarea de resolver el problema.
El verdadero mensaje muchas veces está en las emociones que hay por
debajo de las palabras

La comunicación eficaz se resume en escuchar y hablar con el corazón.
Cuando alguien siente que sus emociones son comprendidas, percibe que
la otra persona se interesa por ella.
Es muy distinto de escuchar al otro con la mente, es decir, observando
únicamente el contenido de las palabras, sin prestar atención a las
emociones.
La meta de la comunicación eficaz es comprender el mensaje emocional
del que habla. Debes preguntarte: “¿Qué está sintiendo esta persona?”

Tomado del libro: El ADN de las relaciones de Gary Smalley puede
visitar www.librosadomicilio.com o www.karismaexpress.com

ROMPIENDO EL ESTRES EN SU MATRIMONIO

Los empresarios han estado luchando con el hecho de que más del 50% de
los días laborales perdidos son causados por quejas relacionadas con
el estrés.[1] Muchas personas están sufriendo los síntomas de vidas
ocupadas y presionadas; no son capaces de funcionar en sus trabajos y
de la misma manera no son capaces de funcionar en su vida matrimonial
y familiar.
Los eventos importantes son una gran fuente de estrés. Cuando pensamos
en eventos que provocan ansiedad tendemos a enfocarnos en aspectos
negativos como la bancarrota, la muerte o el divorcio; Estas son
fuentes de gran presión, pero no son las únicas. Aun eventos
agradables pueden ocasionar que nuestras relaciones se encuentren
presionadas y que nuestros niveles de tensión escalen. El nacimiento
de un bebé, cuando los hijos van a la escuela por primera vez, cuando
los jóvenes adultos dejan el hogar para ir a la universidad; todas
estas pueden ser presiones que se hacen en gran manera pesadas. Una
boda dentro de la familia puede ser de gran estrés particularmente
debido a las políticas familiares que se ven involucradas en ella.

A menudo se identifica el estrés cuando el cuerpo empieza a reaccionar
a la tensión constante y empieza a averiarse; esto sucede solamente
después de un largo proceso y de un desgaste ocasionado por las
preocupaciones diarias. Muchos problemas de salud están asociados al
estrés, incluyendo afecciones cardiacas, cáncer, depresión,
deficiencia de respuesta inmunológica, dolores de cabeza, perdida de
la memoria y obesidad.

Los matrimonios que se encuentran bajo estrés pueden ser similares; a
menudo cuando empezamos a ver las grietas en la relación estas son
solamente síntomas de la tensión y las presiones que han estado dentro
de la relación por años. Los problemas de la salud del matrimonio
pueden incluir: falta de comunicación, soledad, discusiones,
separación y divorcio.
Pueda ser que usted sienta presión en su matrimonio pero no lo pueda
atribuir a alguno de los factores mayores que ya hemos mencionado,
esto no significa que su matrimonio no este sufriendo los efectos del
estrés.

Un tornado puede atravesar la ciudad y causar devastación en tan solo
unos cuantos segundos; el daño es horrendo y el proyecto de
reconstrucción puede parecer abrumador. De igual manera la erosión
puede causar devastación pero el proceso es mucho más lento, es un
desgaste gradual que es mucho más sutil pero cuyo resultado final es
igual de fatal.

Si dejamos pasar por alto molestias, estas podrán erosionar una
relación: cosas pequeñas como dejar los calcetines en el piso, las
quejas, los estreses que conlleva el mantenimiento del hogar y la
crítica pueden causar lentamente tensión en el matrimonio. La presión
puede estar embotellada pero eventualmente la descarga se manifiesta
ya sea manifestándose por un cierre emocional o causando una explosión
emocional.

Así que, ¿qué puede usted hacer para tratar con el estrés dentro de su
relación? Note que no hemos preguntado lo que usted puede hacer para
evitar el estrés. Esta sería una labor imposible dentro del mundo en
el que vivimos, sin embargo, existen cosas que podemos hacer para
aliviarlo.

Juan 16:33 "Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En
el mundo tendréis aflicción, pero confiad, yo he vencido al mundo."

Puntos para romper el estrés en su matrimonio

-Tómenlo con calma - identifiquen las cosas que podrían dejar de hacer
y que ocasionan presión de tiempo.
-Tomen tiempo para comunicarse uno con el otro.
-Recuerden que todo obra para bien para aquellos que aman al Señor.
-Disfruten de tiempo a solas como pareja; busquen una actividad que
ambos disfruten y diviértanse haciéndola juntos.
-Resuelvan los problemas juntos en vez de intentar abordarlos por sí
solos.
-Las relaciones íntimas y una vida amorosa saludable reducirá el
estrés en su matrimonio.
-Elaboren un presupuesto. Establezcan un presupuesto y vivan dentro de
sus medios.
-Entiendan que el cambio toma tiempo y no establezcan metas que sean
poco realistas.
-Duerman - ustedes necesitan por lo menos siete horas o más para poder
funcionar adecuadamente.
-Intenten identificar las cosas que son las mayores fuentes de estrés;
una vez identifiquen estos estímulos elaboren estrategias para tratar
con cada uno de ellos. (Por ejemplo: si perder las llaves causa una
discusión, establezcan un lugar donde las llaves puedan encontrarse).
-Pasen tiempo a diario orando y leyendo la Biblia juntos.
-Resuelvan el conflicto rápidamente.
-Siembren la semilla correcta. En vez de decir: "No puedo con esto",
declaren la Palabra de Dios: "Todo lo puedo en Cristo que me
fortalece".

Estadísticas sobre el estrés

Hasta un 90% de las visitas a un médico son por quejas relacionadas
con el estrés.
Los gastos de cuidado médico son casi 50% más altos para los
trabajadores que reportan tener altos niveles de estrés.
El 40% de la rotación laboral se debe al estrés.
A nivel mundial, las mujeres que tienen un trabajo de tiempo completo
y tienen hijos menores de 13 años, reportan los niveles de estrés más
altos.

*ARTICULO del ministerio internacional para Matrimonios y Familia
www.2equal1.com/es/index.php?src=

VALIDAR A MI CONYUGUE, A MIS HIJOS , MI FAMILIA Y AMIGOS

Me compartieron estos videos que nos hacen ver el efecto que hace el
poder VALIDAR A LA GENTE , hacerlos sentir que son valiosos hace una
gran diferencia, podemos ver como el solo decirle a alguien una
cualidad valiosa que tiene ya puede afectar su día, Por eso podemos
empezar VALIDANDO a nuestra Esposa o Esposo , a nuestros hijos , a
mis Padres , a mis hermanos , a mis compañeros , Es como el ejemplo
que usamos en el Seminario de Maldición a Bendición de como una planta
si queremos que crezca fuerte y sana le agregamos nutrientes y agua
diariamente pero como seria si solo le hechamos ácido , se va
muriendo . Igualmente sucede cuando VALIDAMOS a alguien.
Muchas veces el corazón de nuestros hijos esta cerrado porque nunca
reciben palabras de que son VALIOSOS y nada me sirve pensarlo debo
decircelos como dice la Palabra de Dios .....en nuestra boca esta el
poder de la Vida y la Muerte....
Preguntemonos cuando fue la ultima vez que hice sentir VALIOSO a mi
conyugue y se lo hice saber , cuando fue la ultima vez que hice sentir
VALIOSOS a mis hijos. La palabra HONRAR es eso Dar un Valor grande
a algo.
Solo hoy hagan el ejercicio y en familia digan se uno al otro porque
son VALIOSOS , que entre sus hijos se digan porque son VALIOSOS ,
Entre esposos que se digan por lo menos 3 cosas por lo que son
VALIOSOS. Y hagámolo un habito en nosotros cada día encontrar y decir
algo por lo que es VALIOSA la otra persona.
Y ahora les dejo algo para que lo comprueben y es poderoso yo
personalmente y visto vidas transformadas al hacer esto PIDANLE A
DIOS QUE LOS VALIDE ¿ COMO? Preguntenle a Dios que piensa de
ustedes y cuando escuchen lo que Dios les constesta su vida no
volverá a ser la misma , no habrá lugar a la depresión , desanimo ,
ingratitud , etc.

VEAN LOS VIDEOS
Parte 1 http://www.youtube.com/watch?v=UHI6Lsxio5I&feature=related
Parte 2 http://www.youtube.com/watch?v=XeCi2S2qA9o&feature=related

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