martes, 31 de agosto de 2010

TE AUTOSABOTEAS?


Debido a algunas capacitaciones que he estado dando acerca del Auto-sabotaje y como esto frena el potencial que Dios nos dio les dejo este articulo que me parecio excelente y que nos puede dar una luz para desatar las áreas de nuestra vida que nos impiden usar los talentos que Dios nos ha dado


“Cada cosa que pensamos, cada cosa que decimos está creando nuestro futuro” Marci Shimoff

La verdad es que mucho de nosotros llevamos un villano que nos impide alcanzar nuestros sueños. Debes entender que el mayor boicoteador de tus sueños no es el diablo, no son las personas que te rodean, eres tú mismo. Nuestra falta de confianza e incredulidad hacen que no podamos alcanzar lo que tanto anhelamos.

La mayoría de las personas no se gustan a sí mismo, y como no se gustan a sí mismo no pueden amarse, y como no pueden amarse a si mismo tampoco pueden amar a los demás. Ese autosabotaje hace que tu vida sea complicada porque la vida es un asunto de relaciones. ¿Cómo me estoy relacionando?

El sabio Salomón decía que somos de acuerdo a lo que nosotros pensamos. ¿Cómo son mis pensamientos? ¿Cuáles son las conversaciones que mantengo conmigo mismo cada día? Seguramente muchas de esas conversaciones tienen que ver con lo siguiente:

“Soy un perdedor”

“No valgo nada, soy un gusano”

“No merezco ser feliz”

“Yo no puedo”

Hay muchas más que nos decimos, y saben que eso también es fe. La fe viene por el oír y el oír por las palabras que te repites cada día. Tú eres responsable de guardar tus pensamientos. Tu felicidad y tu éxito dependen de ti, no de lo que puedan decir otras personas. Todo lo que hizo Dios fue bueno y todo lo que El tiene para tu vida es bueno. Su plan es de bienestar, de prosperidad, no es de calamidad, no es para darle mal, es para darle esperanza y un futuro mejor.

Deja de pensar lo negativo, tú tienes el poder de elegir lo que quieres ver, oír y pensar. Piensa en lo que es bueno para tu vida. Evita las malas compañías, deja de ver películas o novelas que no te edifican, no veas ni leas revistas ni libros que no te convienen, no navegues en internet por sitios peligrosos para tu corazón. Tú eres responsable de tu vida.

La vida son elecciones que hacemos día a día, no son la situaciones son las emociones las que necesito aprender a intervenir. Mi actitud ante la vida determinará cuanto estoy dispuesto a crecer y vivir.

Le invito a cambiar su manera de pensar, si somos tan exitosos en admitir nuestro fracaso, utilicemos toda esa energía en admitir nuestro éxito, comience a verse exitoso y actúe como tal. Dios dice que llaman las cosas que no son como si fuesen. Tus palabras tienen poder, úsalas para el bien, para la vida. Elige hoy la bendición, la prosperidad, el bienestar, la calidad que Dios te da.

“En la lengua hay poder de vida y muerte; quienes la aman comerán de su fruto.” Proverbios 18:21

Hoy es un buen día para comenzar a admitir la verdad de Dios sobre tu vida, no sigas auto-saboteandote, tú eres hechura suya creado en Cristo Jesús para buenas obras. En ti hay virtudes y fortalezas donde necesitas enfocarte para alcanzar tu potencial.


SI QUIERES DEJAR UN LEGADO DEBES IDENTIFICAR QUE MENTIRAS FUERON IMPUESTAS EN TU VIDA QUE TE ESTAN ROBANDO APROVECHAR TUS TALENTOS Y TAMBIEN SABER COMO DESATAR EL POTENCIAL DE TUS HIJOS Y EVITAR IMPONERLES MENTIRAS EN SUS VIDAS

miércoles, 25 de agosto de 2010

COMO ESTA MI NIVEL DE ACTITUD?


La importancia de la actitud

Por John Maxwell

Para algunos, la actitud es una dificultad para todo; para otros, es una oportunidad en todas las dificultades.

¿Siente que el mundo le trata bien? Si su actitud hacia el mundo es excelente, recibirá resultados excelentes. Si se siente más o menos en relación con el mundo, la respuesta que recibirá del mundo será regular. Siéntase muy mal con el mundo, y le parecerá recibir solamente una reacción negativa de la vida.

Vivimos en un mundo de palabras. Adheridos a esas palabras están los significados que llevan respuestas variadas de nosotros. Palabras tales como felicidad, aceptación, paz y éxito, describen lo que cada uno de nosotros desea. Pero hay una palabra que, o aumentará la posibilidad de que nuestros deseos se cumplan o impedirán que ellos se conviertan en
una realidad dentro de nosotros.

Durante una conferencia en Carolina del Sur, hice el siguiente experimento. Para revelar el significado de esta palabra, leí el párrafo anterior y pregunté: «¿Qué palabra describe lo que determinará nuestra felicidad, aceptación, paz y éxito?» La audiencia expresó términos tales como trabajo, educación, dinero, tiempo. Por fin alguien dijo: actitud. Tales importantes áreas de nuestras vidas son secundarias. Nuestra actitud es la fuerza principal que determinará si triunfamos o fracasamos.

Para algunos, la actitud es una dificultad para todo; para otros, es una oportunidad en todas las dificultades. Algunos ascienden con una actitud positiva, mientras otros caen con una perspectiva negativa. El mismo hecho que la actitud obra favorablemente en algunos, mientras desbarata a otros, es lo suficientemente significativo como para que exploremos su importancia. Estudiar las afirmaciones que tenemos a continuación nos aclarará esta
verdad.

Nuestra actitud determina nuestro enfoque de la vida. La historia de dos baldes subraya esta verdad. Uno era optimista y el otro era pesimista.
«No hay una vida tan desilusionante como la mía», dijo el balde vacío mientras se aproximaba al pozo. «Siempre me alejo del pozo lleno pero regreso a él vacío». «Nunca ha habido una vida tan feliz como la mía», dijo el balde lleno cuando se alejaba del pozo. «Siempre vengo al pozo vacío, pero me voy de él lleno».

Nuestra actitud nos dice lo que esperamos de la vida. Si nuestra «nariz» apunta hacia arriba, estamos ascendiendo; si apunta hacia abajo podemos estrellarnos.

Una de mis historias favoritas es la de un abuelo y una abuela que visitaban a los nietos. Todas las tardes el abuelo se acostaba para echar una siesta. Un día, los muchachos le jugaron un broma: pusieron queso Limburger en su bigote. Pronto se despertó olfateando.

«Este cuarto huele mal» exclamó, levantándose y dirigiéndose a la cocina. Al poco tiempo notó que la cocina también olía mal, así que salió para respirar aire puro. Para su sorpresa, el aire libre tampoco olía bien y dijo: «¡El mundo entero huele mal!»

¡Cuánta verdad encierra esto en nuestras vidas! Cuando tenemos «queso Limburger» en nuestras actitudes, el mundo entero huele mal.

Una buena manera para probar nuestra actitud es respondiendo a la pregunta: «¿Siento que el mundo me trata bien?» Si su actitud hacia el mundo es excelente, usted recibirá resultados excelentes. Si su actitud hacia el mundo es regular, la respuesta del mundo será regular. Si se siente mal con el mundo, le parecerá que recibe una reacción negativa de la vida. Mire a su alrededor. Analice la conversación de la gente que vive infeliz y sin realización. Les oirá protestar contra una sociedad que, según ellos, solamente les da una vida de problemas, miseria y mala suerte.

Muchas veces han construido la cárcel del descontento con sus propias manos.

Al mundo no le importa si nos libramos o no de la prisión. Él sigue su marcha. Adoptar una actitud buena y saludable hacia la vida no afecta tanto a la sociedad como nos afecta a nosotros. El cambio no viene de otros, viene de nosotros. El apóstol Pablo tenía un terrible pasado que superar. Le dijo a Timoteo que era el primero de los pecadores. Pero luego de su conversión sintió un gran deseo de conocer a Cristo de una manera mayor. ¿Cómo cumplió este deseo? No esperando que alguien le ayudara, ni mirando hacia atrás y lamentándose por su terrible pasado. Pablo, diligentemente, prosiguió «asido por Cristo Jesús». La singularidad de su propósito le hizo declarar: «Pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está adelante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús» (Filipenses 3.13, 14).

Somos individualmente responsables por la visión que tengamos de la vida. La Biblia dice: «Todo lo que el hombre sembrare, eso también segará» (Gálatas 6.7). Nuestra actitud y nuestra acción hacia la vida determinan lo que nos sucede. Sería imposible calcular el número de empleos que hemos perdido, la cantidad de promociones no logradas, el número de ventas no realizadas y la cantidad de matrimonios arruinados por nuestras actitudes pobres. A diario somos testigos de empleos que aunque se conservan son odiados, y de matrimonios que aunque se toleran son infelices, todo eso porque las personas esperan en otros o en el mundo para cambiar, en vez de comprender que ellas son las únicas responsables por su conducta. Dios es suficiente para producir en ellas el deseo de cambiar, pero la decisión de actuar bajo ese deseo es suya.

Es imposible hacer todas las situaciones a la medida para que se ajusten a nuestras vidas perfectamente. Pero es posible hacer nuestras actitudes a la medida para que se ajusten a las situaciones perfectamente. El apóstol Pablo demostró hermosamente esta verdad cuando estaba prisionero en Roma. La verdad es que no había recibido un simple sacudón. El lugar de su confinamiento era frío y obscuro. Sin embargo, escribe a la iglesia de Filipo diciéndoles radiante de gozo: «Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!» (Filipenses 4.4, énfasis del autor).

Notemos que el confinado le dice a la gente libre de preocupaciones que se regocije. ¿Es que estaba perdiendo la razón? No. Encontramos el secreto más adelante en el mismo capítulo. Pablo dice: No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad, todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Filipenses 4:11-13

DESPUES DE LEER LO QUE JOHN C MAXWELL NOS ENSEÑA ACERCA DE LA ACTITUD , HAGAMONOS LA PREGUNTA ¿ Cuál es mi nivel de Actitud? ¿ Mi Actitud es afectada por las Circunstancias o yo afecto las circunstancias con mi Actitud?

Podemos agregarles valor a los demás teniendo una actitud diferente , podemos contagiarlos con nuestra actitud en medio de un mundo lleno de noticias negativas. Afectemos nuestras familias con nuestra Actitud