más de su infancia. ¿La bicicleta nueva que les habían regalado para
Navidad, los viajes a Disney World o al zoológico? No, le contestaron.
El mejor recuerdo era cuando él se tiraba al suelo y luchaba con los
cuatro. Atacaban en grupo al “viejo” y se reían hasta que les dolía el
estómago. Así es como piensan los niños. A menudo, las actividades
familiares más significativas son aquellas que promueven lo espontáneo
y personal.
Por eso no hay manera de comprar el escape a tus responsabilidades
paternas. Aunque a veces las madres y los padres ocupados y agotados
intentan sustituir la necesidad de sus hijos de pasar tiempo en
familia regalándoles juguetes, automóviles y vacaciones, eso rara vez
da resultado. Lo que los niños quieren es pasar tiempo con sus padres:
armando cosas en el garaje, cantando en el automóvil o haciendo
excursiones a una laguna para pescar. También recomiendo la lectura en
voz alta con la familia una vez por semana. Esta es una buena
actividad, en especial si tus hijos son de edades cercanas. Puedes
leerles Tom Sawyer, La familia Ingalls, La cabaña del tío Tom, y otros
libros que han sido tan populares a través de los años.
Ningún objeto con el que jueguen a solas puede competir con el
disfrute de los momentos compartidos en familia. Esos momentos serán
recordados toda la vida.
(estracto de Enfoque a la Familia del Dr. James Dobson)
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